Cuando una pérdida nos sacude, el corazón se lastima. Después para poder seguir adelante busca una forma de mitigar su sufrimiento, de protegerse, de esconderse, de hacerse duro …
(Jorge Bucay)
Estaba muy triste, cuando te conocí. Pensaba que era yo, pero no…no era yo, eras tú : La tristeza
Pregunté y me dijeron que eras un estado anímico o afectivo, que eras negativa, que eras una emoción motivada por las contrariedades de la vida. También me dijeron que quitabas la alegría, que generabas sentimientos de desazón, que te quedabas mucho tiempo generando una carga emocional, que eras un sentimiento de vacío, que producías angustia, preocupación, que aparecías por expectativas no cumplidas, que generabas frustración…Y no sé cuantas cosas más…
He comprendido que las adversidades nos ponen a prueba. Muchas veces la tristeza nos hace tomar conciencia para poder superarnos. Cada suceso es una oportunidad, un desafío, para ayudarnos a reflexionar, a crecer, a avanzar.
He comprendido que tienes una función, que no estás ahí para nada, que algo me dices, aunque a mí me cueste comprenderte y que tengo que descubrir mi fortaleza interior para poder transitar contigo cuando sea necesario.
Y entonces quise conocerte y atender la importancia de la actitud para comenzar a elegir y realizar cambios significativos, descubrirte como emoción, atenderte y tomar decisiones, hasta que pueda llegar a reconocer que me ayudarás a disfrutar más los momentos de alegría.
Así que he decidido aceptarte, porque formas parte de mi vida, no te puedo evitar, eres algo natural ante muchas situaciones. Estás ahí… y voy a cuestionarte todas las veces que sea necesario hasta que esté convencida de que vas y vienes, irremediablemente, lo he entendido, por eso …
Quiero decirte que voy a dibujarte, así yo misma decidiré cuando aparezcas como voy a recibirte.
“Quiero decirte que me quedaré contigo el tiempo suficiente para que me digas, a qué has venido y qué quieres decirme”
Aprenderé a entenderte y haré todo lo posible para comprender que eres pasajera.